Capacitación Detonante

Descubrir el potencial y las aptitudes de los trabajadores se ha convertido en una obligación indispensable para empresas y organizaciones que buscan competir en el mundo actual

Rubén Onorio

En un mundo en constante cambio, las compañías y organizaciones que desean permanecer a la vanguardia deben perseguir dos ideas fundamentales:

  1. La adquisición de nuevos conocimientos y habilidades por parte de las personas para cumplir con los objetivos individuales y organizacionales
  2. La producción de conocimientos enfocados en desarrollar y complementar sus fortalezas y habilidades, tanto a nivel humano, como técnico y conceptual

Desde hace un par de décadas, la capacitación ha sido la respuesta a la necesidad de las empresas e instituciones de contar con un personal calificado y productivo. El enfoque, principalmente, ha recaído en el aspecto técnico y de especialización; es decir, en aquellos procesos encaminados a mejorar el rendimiento y desarrollo eficaz de las tareas que son responsabilidad de los empleados. En la actualidad, la capacitación de la plantilla laboral es indispensable para crear un ambiente de trabajo sano. Esta necesidad, sin embargo, suele olvidarse, y es precisamente en ese momento cuando surgen problemas en la comunicación y desempeño de los empleados. La consecuencia inevitable es una baja en la productividad, aún cuando se cuente con personal altamente calificado. Por tal motivo, las organizaciones están obligadas a reenfocar el tipo y grado de capacitación que imparten; la finalidad, por supuesto, es que los trabajadores logren superarse tanto a nivel humano como interpersonal.

La relevancia de la capacitación se debe a que un profesional tiene la obligación de ser competente cuando utiliza los conocimientos y destrezas que ha aprendido durante su formación (Competencia Técnica). Estos conocimientos, a su vez, aplican para diversas situaciones profesionales y son adaptables en función de los requerimientos y habilidades que demandan tu oficio (Competencia Metodológica).

Pero no basta con eso. Para estar verdaderamente capacitado hay que ser capaz de relacionarse y participar junto a otros compañeros de trabajo en las acciones grupales necesarias para la consecución exitosa de una tarea profesional (Competencia Participativa).

Por último, la persona debe estar preparada para resolver problemas de forma autónoma y flexible, además de colaborar en la organización del trabajo (Competencia Personal).

De esta manera, la capacitación detonante, basada en las competencias transversales, llevará a las organizaciones y empresas a tener un mayor cúmulo de colaboradores profesionales, capaces de aplicar no sólo el conocimiento de su área o profesión, sino también habilidades y destrezas relacionadas con el Saber-Ser. Comprender estos elementos redundará en el Bien-Ser del colaborador, reflejándose en un alto sentido de pertenencia y responsabilidad. Esto, a su vez, implicará un sentimiento de Bien-Estar y, en consecuencia, se logrará un Bien-Tener a través de su desarrollo como persona.

Saber
Competencia Técnica: te permite manejar contenidos y tareas en el ámbito profesional, así como conocimientos y destrezas requeridas en un amplio entorno laboral

Saber Hacer
Competencia Metodológica: te prepara para reaccionar a tiempo ante cualquier problema, aplicando procedimientos adecuados a las tareas encomendadas e irregularidades que se presenten. También te ayuda a encontrar de forma autónoma vías de solución, así como a transferir adecuadamente las experiencias adquiridas en otras situaciones de trabajo

Saber Estar
Competencia Participativa: te ayuda a colaborar con otras personas de forma comunicativa y constructiva en tu empleo, así como a demostrar un comportamiento orientado al grupo y mayor entendimiento interpersonal

Saber Ser
Competencia Personal: te prepara para participar en la organización de tu puesto de trabajo y su entorno laboral. Además, te capacita para la toma de decisiones y estar dispuesto a aceptar más responsabilidades

Áreas de desarrollo e impacto productivo de la capacitación detonante

  • Gestión de la inteligencia emocional y el estrés
  • Comunicación asertiva
  • Relaciones interpersonales
  • Negociación y solución de conflictos
  • Toma de decisiones
  • Desarrollo de equipos de trabajo a través de un liderazgo eficaz
  • Planeación estratégica y gestión por objetivos

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Rubén Onorio es licenciado en Ciencias Políticas y Director General de ONESSO Capacitación y Desarrollo Empresarial. Especialista en capacitación empresarial y desarrollo humano, inició su carrera profesional en 2006 en la Organización de Negocios Internacionales, donde reafirmó la trascendencia que la capacitación tiene para las personas y empresas, tanto a nivel privado como colectivo. Desde 2010 a la fecha se ha enfocado como consultor y expositor independiente.

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