La emisión de sustancias dañinas para el medioambiente hace necesaria la implementación de leyes que regulen su uso en México.
Con el objetivo de disminuir la contaminación, en el país ya existe una iniciativa que regula las emisiones de CO2.
En el 2015 se comercializarán más de 100 mil bonos de carbono para firmas mexicanas interesadas en proyectos sustentables.
Sinaí Romo
La Ley General de Cambio Climático tiene como objetivo garantizar el derecho a un medioambiente sano, por lo que se centra en acciones para la mitigación y adaptación al cambio climático, en la que se proponen esquemas que impulsen los mercados voluntarios de carbono y con ello una reducción de emisiones de gases de efecto invernadero equivalente al 30 por ciento para 2020.
Según estudios realizados por la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica, la temperatura de la superficie de la Tierra se ha elevado en los últimos 100 años, y los científicos creen que la contaminación del dióxido de carbono (CO2) es el primer culpable, el cual contribuye a la contaminación del aire en su rol en el efecto invernadero, ya que atrapa la radiación a nivel del suelo, creando ozono al mismo nivel. Esta capa atmosférica evita que la Tierra se enfríe durante la noche, lo cual da como resultado un calentamiento de las aguas del océano, debido a que los océanos absorben el CO2 de la atmósfera, es decir, las temperaturas más altas del agua comprometen la capacidad de absorber dióxido de carbono.
Para el ser humano, el aumento de los niveles de dicho gas hace más difícil el proceso respiratorio; mientras que en zonas cerradas, sus altos niveles desencadenan problemas de salud, tales como el dolor de cabeza.
Para abatir las desventajas que presenta este gas, en México se ha creado una ley que regula y cobra a aquellas empresas que emitan esta sustancia: el Mercado de Bonos de Carbono, a través del cual es posible reducir la emisión del CO2.
Bonos de Carbono es el nombre genérico con que se denomina a una serie de instrumentos económicos creados para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
A través de ese mecanismo, las empresas obtienen certificados de reducción de emisiones por un monto correspondiente a la cantidad de gases que dejen de emitir a través de un esquema desarrollado por tal empresa.
Los más de 160 países, entre ellos México, que firmaron el Protocolo de Kioto sobre cambio climático, establecen como una de las estrategias de reducción y mitigación de los gases de efecto invernadero el comercio de los derechos de emisión de CO2. Así nace la compra-venta de bonos de carbono, con lo que una empresa contaminante puede adquirir dichos documentos y, de esta forma, financiar proyectos de sustentabilidad ambiental, ya sea en su propio país de origen o en otro.
También existe MÉXICO2, una propuesta que se encuentra alineada con la Ley General de Cambio Climático y la Estrategia Nacional de Cambio Climático, en la que México establece metas de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero del 30 por ciento para 2020 e incentiva la creación de mecanismos de mercado para lograrlo.
Actualmente, es posible adquirir los instrumentos a través de la Plataforma Mexicana de Carbono MÉXICO2. Se espera que para 2015 se comercialicen más de 100 mil bonos de carbono para firmas mexicanas interesadas en proyectos sustentables. Cada certificado equivale a una tonelada de CO2 que no se envía a la atmósfera.
Todas las operaciones de compra-venta en el comercio de bonos de carbono se rigen por un contrato entre el comprador y el vendedor. Dado que existen diferentes esquemas para el comercio de los bonos y diferentes sitios del mundo donde se pueden comprar y vender, el precio por tonelada de CO2 puede variar, además de que está sujeto a la oferta y demanda de bonos de carbono en el mercado.
Tipos
Dependiendo de la forma como se emite el dióxido de carbono, existen diversas formas mediante las cuales se puede controlar la emisión:
Certificados de Reducción de Emisiones. Los países que inviertan en proyectos bajo el Mecanismo de Desarrollo Limpio pueden obtener Certificados de Reducción de Emisiones por un monto correspondiente a la cantidad de bióxido de carbono equivalente que se dejó de emitir a la atmósfera como resultado de su proyecto.
Montos Asignados Anualmente. Corresponde al monto total de emisiones de gases de efecto invernadero que a un país se le permite emitir a la atmósfera durante el primer periodo de compromiso del Protocolo de Kioto. Cada país divide y asigna su respectivo monto a empresas localizadas en su territorio a manera de límite de emisión por empresa.
Unidades de Reducción de Emisiones. Corresponde a un monto específico de emisiones de gases de efecto invernadero que dejaron de ser emitidas por la ejecución de un proyecto de implementación conjunta.
Unidades de Remoción de Emisiones. Corresponde a créditos obtenidos por un país durante proyectos de captura de carbono. Solamente pueden ser usadas por los países dentro del periodo de compromiso durante el cual fueron generadas, y son para cumplir con sus compromisos de reducción de emisiones. Estos créditos no pueden ser considerados en periodos de compromiso posteriores.
Las transacciones de bonos pueden ser desde una simple compra o venta de una cantidad específica de bonos, hasta una estructura de compra-venta con diversas opciones, como las compras spot, donde el precio del bono y la cantidad de bonos se acuerdan al momento de concertar la compra-venta, pero la entrega y el pago del bono se llevan a cabo en una fecha futura cercana.
Contratos de Entrega Futura. Se acuerda la compra-venta de una cantidad específica de bonos al precio de mercado actual, pero el pago y la entrega se realizarán en fechas futuras.
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