Trabajar en la instalación y mantenimiento de sistemas HVACR implica el uso de distintas herramientas, las cuales deben estar disponibles y en excelente estado
Redacción
Entre las diferentes etapas que contempla la certificación oficial de un mecánico en refrigeración y aire acondicionado, el Consejo en Excelencia Técnica (CET) ha centrado una atención especial al uso adecuado de las herramientas de trabajo, actividad en la que se han detectado diversas carencias. Por un lado, la falta de material para que el mecánico trabaje de forma eficiente; por otro, la poca importancia que ellos mismos le otorgan a su equipo de trabajo.
Durante los cursos de capacitación y evaluaciones que lleva a cabo el CET, los capacitadores han notado que los mecánicos trabajan con herramientas incorrectas, descompuestas o simplemente muy viejas. Lo anterior ha motivado a que, como complemento al proceso de capacitación para la certificación de habilidades laborales del CET, este organismo centre su atención en el conocimiento, uso y cuidado de los equipos y herramientas especiales y necesarias para el desempeño de sus labores, con el objetivo de inculcar las buenas prácticas y el trabajo bien hecho.
Dentro del proceso de evaluación con fines de certificación es necesario que el personal cuente con herramientas y equipos de su propiedad; aunque esto no es suficiente, ellos también tendrán que demostrar su conocimiento y habilidad en el uso y manejo de tales herramientas para la ejecución de los procedimientos de preparación, instalación, evacuación, así como carga y recuperación de refrigerantes, por ejemplo, siendo necesarios para el diagnóstico de fallas al interpretar las lecturas de funcionamiento tanto en la parte eléctrica, como en la parte mecánica. Si el técnico sabe utilizar estos aparatos correctamente, no habrá fallas al momento de interpretar las lecturas que obtienen.
Dado el significado de las herramientas para el buen actuar de los mecánicos, el CET destina un espacio especial para abordar el tema, por lo que durante el curso de preparación nivel dos se incluyen contenidos sobre el manejo de cada uno de los equipos y las herramientas, con información teórica y práctica. Asimismo, con el propósito de alargar la vida útil de las herramientas que se emplean, se incluye un apartado especial respecto del cuidado y mantenimiento periódico a los equipos, los cuales requieren mayor atención cada cierto tiempo.
Por ejemplo, en el caso de la bomba de vacío, que es uno de los equipos principales en esta área, es necesario que antes de realizar un proceso de evacuación el aceite lubricante se encuentre limpio de impurezas. Durante el proceso de evacuación y dependiendo del tiempo y de las condiciones del sistema al cual se le está realizando, será necesario efectuar cambios constantes de aceite para eliminar la humedad extraída y que quedará depositada en ese lubricante. Al finalizar el proceso de evacuación se deberá tener cuidado de efectuar un nuevo cambio de aceite antes de almacenarla (guardarla) para eliminar cualquier residuo de impurezas presentes y que pueden provocar la oxidación de las partes internas de la bomba. Con estas acciones se logrará el aumento de su vida útil, así como una mayor capacidad para lograr los valores de presión en vacío requeridos por los sistemas, refrigerantes y aceites actualmente en uso.
También es posible mencionar el caso de los manómetros y las mangueras utilizadas para la medición de presiones. Dichas herramientas deberán elegirse y utilizarse únicamente para el tipo de refrigerantes para los cuales han sido fabricados, con el propósito de evitar la contaminación de sistemas con aceite mineral y aceites sintéticos. Además, también se evitará el daño debido a las altas presiones que desarrollan ahora los equipos con refrigerante R-410A, el cual presenta una presión 1.6 veces mayor, aproximadamente, que el refrigerante R22.
Para la medición de valores de subenfriamiento y sobrecalentamiento se requieren termómetros de contacto que permitan ser fijados sobre las tuberías de las salidas del condensador y del evaporador, respectivamente. En este caso, los termómetros láser, debido a su naturaleza, no ofrecen lecturas confiables.
Éstos son algunos ejemplos sobre el cuidado y mantenimiento del material de trabajo, información que se encuentra al alcance de los mecánicos que formen parte del CONSEJO, donde se les ofrecerá información útil para su trabajo diario y consejos para facilitar su jornada laboral, de manera que entreguen resultados sobresalientes y dignos de un profesional certificado. Las buenas prácticas siempre darán como resultado trabajos más profesionales y con una calidad innegable.