La conciencia del impacto ecológico ha logrado que los Gobiernos, la industria y la población se sumen a las iniciativas de responsabilidad social y ambiental. El sector HVAC no se queda atrás y trabaja para convertirse en un referente del movimiento, sin dejar de lado la misión de ofrecer salud y confort
Diego Cárdenas
Las empresas que no inviertan en innovación no tienen garantizada su viabilidad a futuro. Esto significa que la eficiencia de sus productos, la imagen, el valor de marca y la anticipación para ofrecer artículos respetuosos con el medioambiente son aspectos que el sector debe considerar como parte de un plan estratégico para trabajar, desarrollar infraestructuras resilientes y promover la industrialización sostenible.
Por otro lado, las compañías deben implementar programas para la captación de los desechos de sus equipos al final de su vida útil, por lo que resulta prioritario crear conciencia entre los consumidores para fomentar el reciclaje y reutilización en comunidades menos favorecidas.
También es recomendable que generen estas iniciativas en temas de sustentabilidad y responsabilidad social, e involucren a sus colaboradores, demostrándoles el valor agregado de sus acciones para que éstas permeen en la comunidad.
Impacto virtuoso en la rentabilidad
El Estado mexicano comprende que no puede garantizar el bienestar de su población si no se crean los mecanismos de protección al medioambiente. En ese sentido, promulgó la Ley General de Cambio Climático, que tuvo su última reforma en junio de 2018. En esta ley, se establece que las empresas tendrán estímulos fiscales si realizan actividades relacionadas con la investigación; si incorporan o utilizan equipos y tecnologías que eviten, reduzcan o controlen las emisiones, y si promueven prácticas de eficiencia energética y desarrollo de tecnologías de bajas emisiones en carbono y energías renovables.
En general, aquellas actividades relacionadas con la reducción de los impactos medioambientales y la mitigación de emisiones representan, para la industria HVAC, una oportunidad de mejorar sus productos y obtener beneficios fiscales y, a su vez, actuar en contra del calentamiento global. Las empresas del sector deben identificar sus áreas de impacto ambiental para comenzar a trabajar en eso, pues los pequeños cambios pueden generar grandes logros.
No se puede concebir la idea de que una empresa sea sostenible si está ofreciendo artículos que no corresponden con esta idea, o actuando y trabajando en comunidades que tampoco lo hacen. Esto implica que deben buscar clientes que estén sensibilizados con estos temas, para apoyarlos a realizar diagnósticos en conjunto con la comunidad y así definir las necesidades y líneas de acción que permitan ejecutar proyectos con un impacto real, quienes aprovechen estos elementos serán los referentes en la articulación de los sectores para la creación de valor compartido en conjunto con la comunidad y el Gobierno.
Industria y comunidad ante los desafíos
El reto que tiene el sector es que, hoy en día, los clientes están más informados sobre los impactos medioambientales de lo que consumen. Por ello, son más exigentes y responsables con su entorno. De este modo, las empresas que implementen la responsabilidad social y ambiental en sus modelos de negocio se mantendrán con ventaja competitiva. Una estrategia de sustentabilidad se traduce en una agenda de productividad de la mano con una cadena de valor reflejada en un retorno de inversión.
En la actualidad, los consumidores consideran que la reputación de una institución es importante para la toma de decisiones, y les interesa conocer la forma en la que están trabajando. Ante esto, las compañías deben motivar la producción responsable en todo su proceso, que va desde la materia prima, fabricación, distribución, uso y recolección.
Para ello, se ha planteado que las empresas efectúen el 20 por ciento del costo, lo que puede resolver el 80 por ciento del problema, para que exista un balance económico y que puedan invertir un porcentaje para mejorar sus productos. Además, se deben enfocar en tres ejes para lograr la sustentabilidad: accesibilidad a la energía, el uso responsable de la misma y la producción de tecnologías provenientes de fuentes no contaminantes.
Una propuesta es desarrollar artículos que puedan ser usados con la energía captada por medio de paneles solares, sin que se vea disminuida su eficiencia, lo que puede ser un reto para la industria.
Es necesario considerar que los productos del sector HVACR tienen una función específica relacionada con la salud y el confort, factores vitales para garantizar la productividad de las personas. Los fabricantes, en este sentido, están obligados a tomar conciencia acerca de lo que dicen y hacen, de tal forma que sus desarrollos no generen impactos negativos en la salud. Sin embargo, hay que ser conscientes de que los objetivos económicos son muy importantes para la toma de decisiones.
Es fundamental considerar que la innovación está ligada directamente con la responsabilidad social, ya que en algunas industrias existe la percepción de que este factor no es útil ni debe ser contemplado como una inversión para fortalecer y dar sustentabilidad a su giro. Esta idea es errada, ya que la responsabilidad social es la base para entender la sustentabilidad y realizar una transición exitosa hacia ésta.
Para que una agenda de desarrollo sostenible sea eficaz, las empresas HVAC necesitan implementar alianzas entre los Gobiernos, el sector interempresarial y la sociedad civil, así como metas compartidas y objetivos comunes, los cuales deben construirse con base en principios y valores.
El mundo cambia a pasos agigantados, por lo tanto, evolucionar no sólo depende de la industria, sino también de la sociedad y de sus exigencias; de tal modo que los accionistas y directivos deben impulsar la transformación. Una nueva economía, y nuevas formas de trabajar y ejecutar procesos están presentes, el futuro empresarial depende de cada participante y de qué tan lejos quiera llegar.
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Diego Cárdenas
Especialista en responsabilidad social y experto en la elaboración de estrategias alineadas con los ODS y el desarrollo de modelos de negocio enfocados a economías circulares, así como en la norma ISO 26000. Actualmente, es coordinador del Área de Responsabilidad Social del Despacho Cárdenas y Asociados.