La cadena de frío, el transporte refrigerado y la logística son factores esenciales para el desarrollo integral del comercio en las sociedades modernas. Por ello, es importante que todas las empresas relacionadas con la industria del frío cuenten con profesionales especializados para llevar un mejor manejo, control y cuidado dentro de todos los eslabones de la cadena, entre ellos el transporte refrigerado
Juan Manuel Santana
El transporte refrigerado es un sistema de refrigeración mecánico colocado en una caja isotérmica e instalado en una unidad de transporte, el cual nos permite bajar la temperatura interior de la caja vacía y mantenerla así de modo permanente, según la temperatura requerida.
Generalmente, se caracteriza por poseer una unidad condensadora, evaporador, compresor, motoventiladores, sistema eléctrico, arnés eléctrico, conductos del refrigerante, sistema de control, caja isotérmica.
Según la Organización Mundial de la Salud, el 20 por ciento de los medicamentos son dañados durante su transportación, debido a una fractura en la cadena de frío; la ONU, por su parte, señala que 35 por ciento de la producción alimentaria se pierde por este motivo. En el caso de México, sólo 10 por ciento de la carne transportada cuenta con temperaturas óptimas, de acuerdo con la Asociación Nacional de Establecimientos Tipo Inspección Federal (ANETIF).
En la cadena de frío, el uso de transporte refrigerado permite detener el proceso bacteriológico que descompone los alimentos, además de mantener las temperaturas adecuadas para los productos que se requieren trasladar. Con esto se beneficia a:
- Productores: el correcto manejo de la cadena de frío les permite ofrecer mayor cantidad al mejor precio, evitando esfuerzos adicionales al ser más eficientes
- Consumidores: un alimento o vacuna que se ha mantenido a la temperatura indicada permite adquirir productos de calidad para su consumo y obtener menores precios
- Transportistas: cargan la mayor parte de la responsabilidad y son la parte más delicada del proceso, puesto que si se entrega un producto a temperatura incorrecta ellos son los responsables
El factor humano es el punto clave para garantizar la correcta conservación de los productos, ya que contribuye a que éstos cuenten con la temperatura idónea antes de su introducción en el vehículo, así como durante la transportación, según el tipo de mercancía que se traslade.
Rangos de temperatura
En el caso de los alimentos, la aplicación de bajas temperaturas o refrigeración es el tratamiento de conservación más aplicado. Gracias a este proceso, se retrasa la degradación de los alimentos, al mantenerse inalterados. La conservación por congelación consiste en la aplicación de temperaturas por debajo de 0 °C. En el ámbito internacional, la temperatura de congelación más adoptada es de –18 ºC, debido a que por debajo de ésta no es posible la proliferación de bacterias.
Los rangos de temperatura que se deben mantener en un transporte refrigerado varían según las condiciones del producto. Cuando se trata de insumos frescos, oscila entre 0 y 10 °C; en el caso de congelados se precisa entre 0 y -18 °C; mientras que para los sobrecongelados la temperatura debe estar por debajo de los -18 °C. Es necesario recalcar que las temperaturas de transporte varían dependiendo del tipo de producto, pero en promedio los grados antes mencionados suelen ser los que se ocupan en refrigeración móvil.
Tipos de unidades
En el mercado, existen diferentes tipos de unidades que se adaptan a las necesidades de la refrigeración móvil deseada, desde pequeñas camionetas de reparto, camiones de distribución urbana, o bien, tráileres. Asimismo, existen sistemas de temperatura única, ideales para cuando el objetivo es transportar productos congelados o refrigerados que no requieren control de temperatura.
Los sistemas multitemperatura son una de las principales tendencias en el sector del transporte refrigerado, pues permiten trasladar diferentes productos de forma simultánea en un mismo vehículo. Así, es posible movilizar productos congelados, refrigerados y hasta en temperatura ambiente. Además, están los equipos convencionales accionados mecánicamente y los equipos eléctricos, los cuales consisten en compresores conmutados electrónicamente en DC Y AC, lo que a su vez reduce costos de operación.
Operación del equipo
Para presentar un ejemplo de operación, a continuación utilizamos el equipo ACJ BOY ULTRA “E” de BOHN de México, el cual está diseñado para trabajar de la siguiente manera:
En modo ruta
Cuando el motor está encendido, el equipo se mantiene trabajando sin interrupciones; en cambio, cuando se apaga existe un retardo de 10 minutos para que continúe operando, mientras el operador termina de realizar su reparto; la unidad móvil también cuenta con un MicroSwitch para detectar la apertura de puertas. Durante el retardo programado, puede trabajar o no, lo que dependerá del operador:
- Si el controlador detecta puertas abiertas, el equipo se apaga para evitar absorber aire caliente del exterior
- Si el controlador detecta puertas cerradas permanecerá encendido
El retardo de 10 minutos es el tiempo promedio que el operador requiere para llevar a cabo su labor de reparto y está programado para que la unidad se mantenga trabajando con el motor apagado. Con esto, se logra mantener la temperatura de la cámara con un bajo consumo de combustible. Cabe señalar que conseguir estos beneficios dependerá de la forma de operar y el desempeño del equipo.
En modo stand by
El sistema también está diseñado para trabajar en modo stand by, con alimentación a 220 VAC, 2 fases, 60 Hz, normalmente utilizado para el preenfriamiento de la cámara (antes de la carga) y hasta que la unidad salga a ruta (hasta las seis de la mañana, aproximadamente). Para un funcionamiento óptimo en este modo, se recomienda dejar transcurrir por lo menos 10 minutos después de apagar el motor (switch en posición de apagado) y, entonces, operar el equipo en modo stand by.
Por último, garantizar el funcionamiento de las unidades de refrigeración móvil también exige aplicar buenas prácticas, las cuales consisten en verificar la operación de las puertas, la calidad de los empaques, la eficiencia del aislamiento y la correcta operación de la carrocería.
Asimismo, es fundamental preenfriar siempre la caja del vehículo antes de introducir el producto; evitar mezclar cargas a distinta temperatura, a menos que el transporte esté diseñado para operar con diferentes rangos; revisar el punto de consigna de temperatura en el termostato; realizar la carga del producto con el transporte apagado; mantener las puertas abiertas el menor tiempo posible para evitar la entrada de aire caliente y humedad; no obstruir el suministro de aire del evaporador y, en la medida de lo posible, estacionarse en áreas sombreadas.
Por último, con respecto a la limpieza del sistema de refrigeración nunca se debe utilizar agua a presión con hidrolavadoras, ya que puede propiciar el mal funcionamiento del equipo, o bien, ocasionarle daños. La recomendación es emplear solamente agua y un trapo.
Juan Manuel Santana. Ingeniero Electricista por la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica del IPN. Cuenta con amplia experiencia en el área de diseño, fabricación y aplicación de refrigeración para transporte. Actualmente, se desempeña como Gerente de Aplicaciones en BOHN de México.
Tomada de la revista Cero Grados Celsius