Los refrigerantes naturales han tomado nuevos bríos en virtud de la concientización acerca de la preservación de la capa de ozono. Sin duda, sustancias como los hidrocarburos son una opción sustentable, aunque deben emplearse con cuidado y respeto
Danahé San Juan
Debido a que su potencial de calentamiento global (PCG) es menor a 5, el propano (R-290) y el isobutano (R-600a) son hidrocarburos (HC) que se utilizan en la industria de la refrigeración y el aire acondicionado como refrigerantes naturales. Como explica el ingeniero Gildardo Yañez, gerente de Capacitación y Aplicaciones en BOHN de México, al ser refrigerantes inflamables su utilización requiere ciertas medidas de seguridad y buenas prácticas, entre ellas conocer ampliamente sus particularidades y la conveniencia de sus aplicaciones, de acuerdo con las necesidades de enfriamiento.
En el pasado, dichas sustancias no se utilizaban como refrigerantes, debido al peligro que representaba su alta inflamabilidad y los numerosos requisitos de seguridad que deben considerarse para su aplicación. Sin embargo, con el paso del tiempo y las investigaciones realizadas, se descubrió que siguiendo las buenas prácticas y las normas de seguridad pertinentes no deben suscitar problemas que pongan en riesgo la vida de las personas o causar daños irreparables en los equipos.
Tanto el propano como el isobutano son HC que no impactan de manera negativa en el medioambiente, por lo que se han posicionado como una buena alternativa para la refrigeración y el aire acondicionado, en el caso del primero, mientras que el segundo también cuenta con aplicaciones de congelación.
En su Manual de Buenas Prácticas en el Uso de Sustancias Alternativas a los Hidroclorofluorocarbonos, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales detalla que ambos refrigerantes “están clasificados en el nivel A3 por el Estándar 34 de ASHRAE”. Esto porque son gases de alta toxicidad y su TLV/TWA es de 400 ppm o más.
Por ello, cuando un técnico trabaja con alguna de estas sustancias debe asegurarse de:
- Estar en un área ventilada para disminuir las concentraciones de gas
- Utilizar equipo de seguridad (gafas, ropa que no genere cargas electrostáticas e, incluso, protección respiratoria, de ser necesario)
- Verificar que no haya fugas en el sistema HVACR
- Evitar llamas o chispas
- No emplear equipos electrónicos ni encender la luz durante el manejo de estos gases
- Si llegara a presentarse una fuga, se debe abandonar el área
- Dejar que el ventilador disipe el refrigerante y esperar a que el sensor de explosividad indique que el riesgo terminó
Además de cuidar el medioambiente, la aplicación de las buenas prácticas en el manejo de hidrocarburos en tus actividades laborales servirán para garantizar un servicio de primera calidad. Teniendo este conocimiento como un as bajo la manga no hay cabida para el error, pues estarás seguro de que tu trabajo es el mejor y que los equipos no presentarán falla alguna.
Tomada de la Revista Cero Grados Celsius