Diseñados para eliminar la humedad, contaminantes y malos olores, los extractores son equipos fabricados para brindar un mayor confort ambiental en un espacio, a través de la renovación del aire
Redacción, con información e imágenes de Soler & Palau
Es frecuente preguntarse qué diferencia existe entre un ventilador y un extractor. Hay quienes consideran que el primero es una máquina que impulsa el aire y el segundo que lo aspira; sin embargo, esta definición no es muy precisa porque todas las máquinas que mueven aire hacen ambas cosas: lo aspiran y lo impulsan. En realidad, la respuesta radica en que un extractor es un aparato con aspas giratorias que extrae el aire de un recinto; en cambio, un ventilador, aunque también tiene aspas giratorias, sólo impulsa o remueve el aire de un lugar.
¿Cuándo usar un extractor de aire?
Una definición más afinada diría que, tomando como referencia la máquina que mueve el aire, tendremos un ventilador cuando la función esencial se realice aguas abajo de la máquina (después de ella siguiendo el recorrido del aire); mientras que tendremos un extractor cuando la función principal se realice aguas arriba (antes de llegar a la máquina).
Sea como fuere, lo cierto es que, para renovar el aire de un recinto cerrado, ya sea una habitación, estancia, sala, oficina, etcétera, podemos hacerlo insuflando aire fresco mediante un ventilador. En este caso tendremos el recinto con una cierta sobrepresión. También es posible renovar el aire extrayendo el que esté contaminado; así, el espacio tendrá una cierta depresión.
La forma más habitual de renovar el aire de un lugar es por extracción. Tradicionalmente, se ha considerado que la razón principal de hacerlo así es porque se crean muchas menos corrientes de aire y menos molestias a los ocupantes del lugar. Cuando la renovación es por insuflación de aire, las corrientes que se crean (además de la molestia de los ocupantes) pueden levantar polvo, mover papeles, etcétera.
¿Pero qué es la insuflación? Este concepto se refiere a la acción de introducir, soplar o inyectar un gas o una sustancia. Entre las aplicaciones para la industria HVAC, la insuflación se utiliza preferentemente en salas blancas y laboratorios, ya que la sobrepresión que ocasiona impide la entrada de polvo, partículas, entre otros microorganismos que contaminan el ambiente, por los intersticios y rendijas de puertas y ventanas. De esta forma, el recinto se mantiene protegido y se evita el acceso de elementos perturbadores que alteren la actividad que se lleva a cabo en su interior.
¿Cómo encaja un extractor en un sistema de ventilación?
Un extractor de aire se asocia a un sistema de renovación que consiste en la aspiración del aire contaminado dentro de un espacio cerrado, pero no nos dice nada del aire fresco de reemplazo. Para que la extracción sea la esperada, deben habilitarse entradas de aire para sustituir el aire extraído. Es frecuente que un déficit de entrada de aire actúe en detrimento del caudal de extracción y que éste sea inferior al esperado. En la actualidad, se están implantando sistemas bidireccionales de renovación de aire en los que el concepto tradicional de extracción es sustituido por el de renovación. Estos sistemas consisten en un doble circuito de aire: uno, similar al tradicional de extracción del aire interior contaminado y otro, con idéntico o muy parecido caudal, que impulsa aire del exterior hacia el interior del área, de manera que éste se encuentra en equilibrio, ni sobrepresionado ni infrapresionado, respecto al exterior. Unos buenos difusores en la descarga del aire se encargarán de difundir el aire sin que haya corrientes molestas para los ocupantes.
Tipos y características
Los extractores de aire pueden adoptar las mismas disposiciones constructivas (axiales, centrífugos, helicocentrífugos) que los ventiladores:
Axiales o helicoidales: el aire es atraído por una hélice con distinto número de álabes y sale con la misma dirección una vez impulsado. Sus componentes principales son:
- Hélice
- Estructura de soporte
- Motor (regularmente eléctrico)
- Cono de succión
Centrífugos: cuentan con un rodete con álabes que proporciona la energía necesaria al aire. La entrada y la salida del mismo son perpendiculares entre sí. Sus elementos principales son:
- Placa lateral
- Caracol
- Bastidor
- Brida
- Cono de succión
- Palas
Helicocentrífugos: su configuración de hélice-carcasa permite que alcancen grandes prestaciones caudal-presión con bajo nivel sonoro, manteniendo dimensiones muy reducidas.
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De tejado: ideal para finalizaciones de techo en sistemas con amplias longitudes de ducto que estén protegidos para condiciones exteriores: salas de juntas, escuelas, bares, locales comerciales, etcétera.
- En línea: Su facilidad de instalación y mantenimiento permite el acoplamiento en cualquier parte del ducto de ventilación en falsos plafones, espacios interiores, áreas aisladas, oficinas y salas de juntas, locales comerciales, cuartos de baño, laboratorios, captaciones localizadas.
Existen diversos tipos de extractores diseñados para aplicaciones residenciales, comerciales e industriales; no obstante, el principio de funcionamiento es el mismo: extraer el aire contaminado de un lugar para brindar mayor confort.