El Grupo de Trabajo sobre epidemias de ASHRAE desarrolló una guía para mitigar los riesgos potenciales para la salud al iniciar la reapertura de inmuebles cerrados durante la pandemia de coronavirus. En ella, se aconseja crear un plan estratégico antes de abrir un edificio, asegurar la cadena de suministro de artículos críticos como filtros, elaborar planes de comunicación de apoyo y medidas de seguridad para los ocupantes; referirse a las Guías de Ocupación de ASHRAE para administrar los espacios en funcionamiento durante la epidemia y, si la apertura se lleva a cabo cuando los requisitos del Equipo de Protección Personal (EPP) aún están vigentes, revisar la programación HVAC dos horas antes y después de las ocupaciones. Esto incluye operar los extractores, así como abrir los amortiguadores de aire exterior. En inmuebles sin la capacidad de tratar grandes cantidades de aire exterior y cuando las condiciones del mismo sean moderadas, se deben abrir todas las ventanas durante por lo menos dos horas antes de ocupar un espacio.
Asimismo, se deben efectuar los procedimientos de limpieza de la guía de la EPA y los CDC sobre productos y métodos aprobados, como la desinfección de áreas de alto contacto en sistemas HVAC y otras instalaciones (interruptores de encendido/apagado, termostatos), o la sanitización del interior de los dispositivos refrigerados. Cuando el edificio esté desocupado, los equipos deben operar con un mínimo de aire exterior, mientras que los escapes de garaje, en caso de que haya, deben funcionar dos horas antes de la ocupación.
Wade Conlan, presidente de la Fuerza de Tarea Epidémica de ASHRAE sobre orientación para la preparación de edificios, afirmó que la guía de preparación para la construcción capacita a los propietarios con recursos y orientación práctica para una operación HVAC más segura tras la pandemia.
El documento también propone desarrollar un plan de gestión del agua, para evitar que una disminución en su consumo en edificios cerrados o con acceso limitado durante la pandemia aumente el riesgo de crecimiento de bacterias en las tuberías y los equipos asociados. Así, los administradores de las instalaciones y los propietarios de inmuebles ayudarán a mitigar el riesgo de patógenos transmitidos por el agua, como la legionella.
Finalmente, se recomienda consultar el Documento de posición de ASHRAE sobre aerosoles infecciosos, así como el Resumen de asuntos emergentes. Asimismo, la norma ANSI / ASHRAE 188-2018, Legionelosis: gestión de riesgos para sistemas de agua de edificios establece requisitos mínimos para este tipo de instalaciones.
“Hemos llegado a un momento en que la planificación de un regreso seguro a las actividades normales se ha convertido en una prioridad. El funcionamiento seguro de HVAC y los sistemas de gestión del agua de los edificios son componentes críticos y los recursos de ASHRAE proporcionan un marco para desarrollar planes en una variedad de tipos de inmuebles”, precisó Darryl K. Boyce, P.Eng, presidente de ASHRAE 2019-20.
Para consultar los recursos y estrategias más extensas para la reapertura segura de edificios, visite ashrae.org/COVID19.
Fuente: ASHRAE