Los refrigerantes y los daños a la salud

Las sustancias que se utilizan en la fabricación y producción de líquidos refrigerantes y en equipos de refrigeración industrial y comercial, así como en la producción de hielo y cámaras frigoríficas transportadoras de alimentos o hielo, además de causar graves afectaciones al Medio Ambiente, pueden afectar la salud de las personas que laboran en esta industria, ya sea por una fuga o por falta de uso de equipos de protección adecuada durante su manejo

Glenda López y Danahé San Juan, con información de Patricia Sierra Vargas

En México, no existe registro de alguna institución dedicada a analizar las afectaciones que los refrigerantes pueden causar en la salud de las personas; sin embargo, en otros países como EU y Canadá hay áreas específicas de evaluación ante la exposición a gases refrigerantes a nivel laboral; por otra parte, los higienistas industriales son los encargados de evaluar las condiciones y concentraciones a las que están expuestos los trabajadores, y cada empresa debe contar con un departamento de medicina laboral que dé seguimiento a la salud de sus trabajadores.

Tipos de refrigerantes y sus consecuencias en la salud
El amoniaco es un gas muy tóxico e irritante en concentraciones que van a partir de cien partes por millón, en las cuales la persona podría presentar ardor en nariz, garganta y ojos. En concentraciones mayores puede provocar daño por quemadura y asfixia. La exposición a este tipo de refrigerante puede darse cuando se realizan procesos de trasvase o manipulación de los cilindros que lo contienen.

Mientras que los HFC y los HCFC son menos tóxicos, se sabe que en caso de intoxicación se manifestarán problemas respiratorios, mareo, debilidad muscular, desorientación, y pérdida de la conciencia. También pueden favorecer el agravamiento de algunas enfermedades crónicas, como asma, enfisema o bronquitis crónica, si no se toman las medidas adecuadas como el uso de equipos de protección.

Es importante resaltar que muchos de los trabajadores laboran en áreas confinadas, por lo que deben tener precaución para registrar o evaluar las condiciones de oxígeno, ya que los HFC y HCFC son más pesados que éste, por tanto se concentran a nivel del piso, ocasionando pérdida de conciencia en el trabajador, quien podría morir por asfixia.

Otro problema, es la quemadura por frío producida por la exposición a líquidos refrigerantes sin utilizar guantes de protección. Los síntomas que provoca este tipo de lesión son palidez o enrojecimiento, hinchazón de la zona afectada, necrosis y pérdida de cualquier miembro expuesto, incluidos los ojos.

Prevención
La empresa debe capacitar a los trabajadores y proporcionarles manuales para operar y dar mantenimiento a los cilindros que contienen los refrigerantes, así como a la cadena de proceso que incluye trasvase, drenado de las máquinas o contenedores, entre otros; y mantener en condiciones adecuadas los equipos de protección.

Todos los empleados expuestos deben utilizar sin excepción alguna el equipo adecuado: guantes, goggles o caretas completas, cascos, tanques de oxígeno. En caso de que se requiera ingresar a un área confinada, deberá solicitar permiso y nunca hacerlo solo. Asimismo, es preciso que los trabajadores se realicen evaluaciones médicas de rutina, pues de esta manera se puede detectar a tiempo alguna condición que ponga en riesgo su vida.

Tratamiento
Para prevenir daños graves en el trabajador expuesto a gases refrigerantes es preciso retirarlo del área contaminada, aplicarle primeros auxilios y trasladarlo al hospital. La persona que lo atienda nunca debe entrar al lugar contaminado sin el equipo necesario de protección personal.

En cualquier tipo de intoxicación por inhalación, la persona afectada debe ser retirada del lugar de exposición, y llevada a un área ventilada; solicitar ayuda médica y monitorear los signos vitales: frecuencia cardiaca y respiratoria, y trasladar a la persona afectada al hospital lo más pronto posible, ya que podría presentar alteraciones en el ritmo cardiaco que ponen en peligro su vida (en caso de manifestar cierto grado de sensibilidad cardiaca o arritmias se puede aplicar epinefrina).

En cuanto a la quemadura por frío es conveniente lavar el área afectada durante al menos 15 minutos con agua templada, es decir, de entre 25 y 37 grados centígrados.

Eliminando los restos del refrigerante
Los estudios experimentales realizados en ambientes controlados con voluntarios clínicamente sanos indican que tanto estos gases, como los síntomas respiratorios desarrollados en las personas por la exposición, desaparecen en un lapso de 24 a 72 horas posterior al daño.

Hasta el momento los estudios realizados no han revelado incapacidades permanentes, sólo de tipo temporal, que desaparecen cuando la persona afectada se retira del área de exposición; sin embargo, la persona siempre debe recibir atención médica.

No obstante que los gases refrigerantes son relativamente seguros, y que los estudios de toxicidad hasta ahora realizados no los relacionan con efectos a largo plazo, no debemos olvidar que portar el equipo de protección personal, junto con la capacitación derivada de un adecuado programa de prevención a la salud constituyen un paso de vital importancia para salvaguardar nuestra integridad.
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Martha Patricia Sierra Vargas
Es médica e investigadora en Ciencias Médicas, miembro del Sistema Nacional de Investigadores y Jefa de Laboratorio de Investigación en Bioquímica y Medicina Ambiental (LIByMA) del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias Ismael Cosío Villegas (INER). Cuenta con una maestría en Higiene Ocupacional y Ambiental, y doctorado en Investigación en Medicina.

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