Según el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la ONU, se espera que para 2050 otros 2 mil 300 millones de habitantes se unan a los censos. Esto significa que las ciudades y sus habitantes tienen desafíos específicos para garantizar el suministro de servicios con mayor eficiencia

Enrique González Haas

Hoy en día, la industria juega un papel de vital importancia en el desarrollo económico, social y ambiental de las ciudades. De acuerdo con el Instituto para la Productividad Industrial, en 2013, únicamente 770 ciudades constituyeron casi 60 % de la producción económica mundial, aun cuando éstas representan sólo 35 % de la población global y 28 % de su fuerza laboral.

El crecimiento exponencial de las metrópolis exige una gestión con la capacidad de prever soluciones, poner en marcha un plan de largo plazo que pueda cubrir las necesidades de los ciudadanos del mañana y no sólo las del presente. Se ha comprobado que la mejor forma de enfrentar el reto de desarrollar ciudades de manera sostenible, además de la tecnología, es mediante la colaboración entre la sociedad, la iniciativa privada y pública, incluyendo las asociaciones y organizaciones no gubernamentales.

Los desafíos son tan diversos como la cantidad de ciudades en el mundo, pero se puede señalar que el uso adecuado de sus recursos, sobre todo el energético, es el común denominador en todas ellas.

¿Cómo incrementar un desarrollo sostenible?

De acuerdo con el Banco Mundial, la eficiencia energética es la forma más accesible para incrementar la confiabilidad, asequibilidad y sostenibilidad del suministro de energía, sin embargo sigue siendo sumamente desaprovechada, incluso cuando las decisiones energéticas tienen impactos tanto globales como locales.

En general, se ha visto que los desafíos energéticos están dirigidos por tres grandes tendencias, que exigen a los líderes de la industria asegurar la eficiencia: la digitalización, la industrialización y la urbanización.

La evolución a ciudades inteligentes será un paso necesario e inevitable dentro del desarrollo de los centros urbanos. Las redes eléctricas, los sistemas de distribución de gas y de agua, el transporte público y privado, los edificios comerciales, los hospitales, los hogares, todos ellos conforman la columna vertebral de la eficiencia, la habitabilidad y la sostenibilidad de una urbe.

Al poner mayor énfasis en el mejor aprovechamiento de la energía industrial, así como en la planificación y gestión de las ciudades, se generan beneficios a la salud pública y reducción de costos sociales, económicos y ambientales. Además, las nuevas tecnologías permiten, por primera vez, contar con una energía conectada que ya es una realidad en varios países. Para esto, se consideran cinco diferentes tipos de soluciones:

El uso de energía inteligente. Una solución que contribuye a gestionar la demanda creciente de electricidad e integrar fuentes de energía renovables, al tiempo que mejora el servicio al cliente y reduce el consumo energético. No hay que olvidar que cerca de 15 % de la energía se pierde en la fase de transmisión por ineficiencias en las redes eléctricas locales

Movilidad inteligente. Optimiza la movilidad urbana mediante el suministro de información y la mejora de la interoperabilidad. Se gestionan mejor las redes de tránsito multimodales y disminuyen las interrupciones en los servicios. Dentro de este segmento se encuentran soluciones como el vehículo eléctrico, el cual ayuda a mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) generados por el transporte. Según la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), en México las emisiones de CO2 contribuyen con 66 % del total de los GEI, de los cuales el transporte representa 31 %

Gestión inteligente del agua. Herramienta para ayudar a las ciudades a gestionar, de un modo más eficiente, las redes de agua y ser más resistentes ante los riesgos de fuga. Hasta 35 % del agua se pierde por la ineficiencia de algunas redes de distribución

Servicios públicos inteligentes. Se busca que ciudades de todo el mundo gestionen de manera eficaz los servicios públicos, como el alumbrado, la sanidad, tránsito y la administración gubernamental, con menos interrupciones y mayor control y seguridad sobre los sistemas de la ciudad

Casas y edificios inteligentes. Soluciones de visualización y control, energético y medioambiental. Bajo esta estrategia se logran reducir las emisiones y los consumos de energía, al conectar los edificios con las redes eléctricas de forma bidireccional para crear una red inteligente

Por otro lado, el Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés) está creando un nuevo paradigma para el funcionamiento de los sistemas, pues representa una alternativa para integrar todas las soluciones bajo un mismo esquema. En su forma más básica, la gestión de la infraestructura de una ciudad está basada en detectar y reaccionar ante ciertos acontecimientos. En la actualidad, el IoT puede agregar escala e inteligencia a esta labor. Por ejemplo, los sensores pueden alertar dónde y cuándo un bote de basura necesita recogerse. El IoT permitiría, también, coordinar simultáneamente esta labor con centros de reciclaje para reducir aún más los costos.

En conclusión, resolver los desafíos que surgen cuando un gran número de personas y empresas habitan el mismo espacio no es un lujo. La inclusión de la industria y el IoT dentro de la planeación de estrategias y normas para el uso eficiente de los recursos es trascendental para un crecimiento urbano con un mayor grado de sostenibilidad ambiental, empleo y calidad de vida.

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Enrique González Haas es ingeniero Mecánico Electricista por la UNAM, adicionalmente ha obtenido diferentes postgrados a nivel nacional e internacional, entre los cuales destacan el International Manaagement Program (IMP) por la Universidad Ivey, en Canadá, Professional Management 2 (PM2), obtenido en Moscú y Paris, y Global Leadership Program 4, obtenido en Paris, Los Ángeles y Delhi. Se incorporó a Schneider Electric México en 1979, fue nombrado Presidente y Director General en marzo de 2009. Actualmente, es responsable de las operaciones de la empresa en México, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá.

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