¿Con puertas o sin ellas?
De acuerdo con el estándar BS EN ISO 23953, para que los refrigeradores en los supermercados sean eficientes tienen que trabajar con un promedio de 10 aperturas por hora con intervalos de 15 segundos
Fotografía superior. Una vitrina cerrada logra una mejor homogeneidad del calor y el frío
Amira Huelgas / Fotografías: Cero Grados Celsius
Elegir entre ambas opciones depende de las necesidades de cada tienda, y de los beneficios que pueda ofrecer uno u otro diseño. En general, se espera que, cual sea la opción que se decida, se determine con base en la eficiencia energética y el cuidado del medioambiente.
En este contexto, el doctor Jonathan Golding, habitante de la ciudad de Brighton en el Reino Unido, logró llamar la atención del parlamento al juntar más de 20 mil firmas en una petición en línea que exige la prohibición de los frigoríficos y congeladores descubiertos.
¿Por qué? De acuerdo con el diario local The Argus, y según la investigación que realizó Golding, si todos los supermercados dejaran de utilizar este tipo de equipos, se podría ahorrar suficiente energía para abastecer a toda la población residencial de Polonia.
La situación reabrió un debate acerca de la eficiencia de los equipos de enfriamiento. Según el periódico británico Daily Mail, estas máquinas ocupan entre el 30 y el 60 por ciento del total de energía en una tienda.
Para las empresas del retail, las vitrinas descubiertas permiten al consumidor mayor visibilidad, entrada libre para las compras y para el reabastecimiento de mercancías, pero el frío se escapa invadiendo los pasillos contiguos; pareciera que las cubiertas son la solución para mantener la temperatura dentro de los refrigeradores, sin embargo, no siempre es así.
Para aclarar esta controversia, se han llevado a cabo diversos estudios; por ejemplo, al momento de probar la eficiencia energética de los enfriadores herméticos, el estándar BS EN ISO 23953 define como base un total de 10 accesos por hora, con un ciclo de apertura/cierre de 15 segundos. Y los fabricantes los han diseñado para cumplir con esta especificación; no obstante, en una investigación de Ferrandi y Orlandi (2013), se afirma que la cifra puede llegar a 60 por hora en algunos supermercados concurridos. Aun así, la Asociación Europea para la Energía y el Medio Ambiente y Eurovent (2011) han reportado cifras de hasta 250 movimientos por hora, lo cual afectaría el desempeño de los equipos.
El Instituto Nacional de Investigación en Ciencias y Tecnologías para el Medioambiente y Agricultura de Francia, AgroParisTech y el Instituto de Tecnología de Tailandia investigaron la influencia de las condiciones operativas en el rendimiento térmico de una vitrina cubierta. Esto incluyó la frecuencia de entrada, la temperatura ambiente y el porcentaje de volúmenes ocupados.
Los resultados demuestran que la posición de los productos es determinante. El aire que se infiltra debido a la apertura provocó un calentamiento de los artículos en la parte delantera y un enfriamiento en la parte posterior. A una frecuencia de más de 60 movimientos por hora, los objetos más afectados fueron los de la plataforma frente-medio.
Los investigadores sostienen que, en comparación con una vitrina abierta, una cerrada logra una baja de temperatura y una mejor homogeneidad del calor y el frío, incluso con una alta frecuencia de accesos.
Por otro lado, en un estudio realizado por Adande Refrigeration, bajo el estándar BS EN ISO 23953, se realizaron 30 movimientos por hora. Los resultados demostraron que la temperatura media aumentó en 5 °C y el gabinete no logró recuperarse a la temperatura de funcionamiento (de -1 a + 4 °C), incluso después de 12 horas con las entradas cerradas. El aumento de calor en el gabinete aumentó el impuesto sobre la planta de enfriamiento con el consiguiente aumento en el consumo de energía.
La discusión continúa mientras las empresas y tiendas de autoservicio analizan si las puertas son un obstáculo y un disuasorio para las compras por impulso y si los gabinetes abiertos proporcionan una mayor visibilidad de las mercancías, así como un acceso libre a ellas.
Si se trata de compañías pequeñas, los operadores dependen de la alta visibilidad de los artículos y de un servicio rápido, por ello, las puertas son una solución que podría impactar negativamente en sus ventas. A esto se le suman los gastos de limpieza y mantenimiento que las partes de cristal implican para las empresas.
La industria debe responder con tecnología innovadora que brinde soluciones no sólo en temas de refrigeración y consumo energético, sino en mayor vida útil de los productos y reducción de los desperdicios de alimentos.