Acciones por el ambiente
Podría parecer una tarea sencilla pero la recuperación de refrigerante es una actividad que demanda atención, cuidado y precisión
Horacio Verdiguel
Todos los mantenimientos y trabajos que realizan los técnicos en climatización y refrigeración tienen injerencia sobre el ambiente; principalmente, en la interacción con los refrigerantes HCFCs (hidrocloofluorocarbonos con bajo potencial de agotamiento de la capa de ozono y calentamiento global), HFCs (hidrofluorocarbonos inocuos para la capa de ozono, pero con potencial de calentamiento), Zeotropos y Azeotropos (mezclas de refrigerantes, algunas de ellas agotadoras de la capa de ozono, o bien, que fomentan el calentamiento global).
También los aceites minerales, alquilbenceno y poliolester empleados en los equipos como lubricante deben ser manejados con precaución. Si llegaran a sufrir un cambio de composición, se produciría acidez en el sistema, lo cual provocaría fallas eléctricas en el devanado del motor hasta causar quemaduras.
Esta acidez puede ser generada por:
- Mal vacío del sistema
- Combinación de refrigerantes
- Aceites
- Altas temperaturas de descarga que pueden provocar cambios de estabilidad en el lubricante
- Limpieza interna ineficiente
- Residuos de lubricante contaminado
Recuperación
Para trabajar con los problemas cotidianos que se presentan en las instalaciones y equipos de aire acondicionado es necesario contar con la herramienta y el equipo adecuado para efectuar el servicio de instalación, mantenimiento, reubicación, retiro de equipos obsoletos y recuperación de refrigerante.
Dos de las herramientas básicas cuando se trata de recuperación de refrigerante son la bomba de vacío y la recuperadora.
La primera se emplea para retirar la humedad del sistema y poder cargar el refrigerante requerido, así como para evitar purgar y evacuarlo al medioambiente. La bomba recuperadora, en cambio, es utilizada para retirar el refrigerante del sistema cuando se presenta una fuga en el equipo, si hay acidez en el aceite o en caso de quemadura en el devanado del compresor.
En la figura 2, se aprecia cómo debe conectarse el equipo para recuperar el refrigerante y almacenarlo en el tanque. Si el equipo presenta una fuga y esta fue reparada, el refrigerante recuperado será nuevamente recargado en el sistema. Con esto evitamos arrojar parte del mismo a la atmósfera.
Cuando el compresor se quema por una falla eléctrica que puede ser originada por acidez, se debe recuperar el refrigerante en el cilindro recuperador y éste deberá ser trasladado a un centro de acopio donde se determinará la factibilidad de reciclarlo o bien destruirlo.
El aceite también deberá canalizarse a una empresa que se encargue del residuo peligroso para su disposición final.
Nunca deberán tirar el aceite en el drenaje o disponer en los basureros, ya que se encuentra contaminado.
Si el personal técnico de la empresa carece de los equipos antes mencionados para efectuar algún servicio, no deberá intervenir por ningún motivo, como tampoco descargar el refrigerante en la atmósfera ni efectuar purgas de dicha sustancia al medioambiente.
Al conocer mejor los materiales con los que trabajamos será posible reciclar, recuperar y regenerar junto con los fabricantes estos productos; el objetivo, por supuesto, consiste en reducir los daños que causan dichas sustancias, como la destrucción de la capa de ozono o la contaminación del suelo.
Las empresas y su personal técnico deben aplicar los procedimientos que todos conocemos, pero que no aplicamos. No esperemos que la legislación las obligue a disponer de estos productos químicos empleados en el aire acondicionado y refrigeración como residuos peligrosos.
Horacio Verdiguel
Ingeniero Mecánico Electricista por la Facultad de Ingeniería de la UNAM. DC-5 por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social. Experto Técnico del Instituto Mexicano de Normalización y Certificación (IMNC). Cuenta con 28 años de experiencia en Aire Acondicionado e Instalaciones Electromecánicas y es instructor en el Consejo en Excelencia Técnica (CET).
Tomada de revista Cero Grados Celcius