ANFIR llama a la acción
La reducción en el uso de refrigerantes con alto GWP y la producción de tecnología eficiente son sólo algunos de los compromisos que la industria de la refrigeración tiene en su agenda. Pero en un contexto de incertidumbre económica por la pandemia de coronavirus, ¿cómo deben actuar los fabricantes?
Fotografía superior. Andrés Cruz, presidente de la Asociación Nacional de Fabricantes de la Industria de la Refrigeración (ANFIR).
Danahé San Juan / Fotografía: Rubén Darío Betancourt
No cabe duda que uno de los desafíos más grandes que ha enfrentado la civilización humana en lo que va del presente siglo ha sido la pandemia del nuevo coronavirus SARS-CoV-2.
La cuarenta impuesta para garantizar la seguridad y salud de la humanidad, además, ha traído consigo serios efectos colaterales. Uno de ellos ha sido el paro en gran parte de las industrias productivas y la consecuente crisis económica. El dilema salta a la vista: ¿Cómo mantener la actividad industrial si el trabajo se debe realizar desde casa?
En el ámbito de la producción y manufactura, es evidente que hay procesos imposibles de realizarse a la distancia o con algún control o monitoreo electrónico. La industria de la refrigeración no ha soslayado la problemática y muy por el contrario ha reunido fuerzas para garantizar el servicio y estabilizar una economía que se vislumbra estará en dificultades, de acuerdo con las proyecciones de organismos internacionales. El Fondo Monetario Internacional (FMI), por ejemplo, proyecta una brusca contracción para la economía mundial de -3 por ciento, mucho peor que la registrada durante la crisis financiera de 2008 cuando se proyectó una reducción de -0.2 por ciento a nivel mundial y de -0.1 para México. Por su parte, el Banco de México (Banxico) había considerado “un crecimiento del PIB para 2020 y 2021 de 0.7 y 1.6 por ciento, respectivamente, mientras que en la actualidad se ubican en -5 y -1.8 por ciento, señalando que en el margen se observan ajustes adicionales a la baja”, según la Minuta número 75 de la Reunión de la Junta de Gobierno de Banxico, con motivo de la decisión de política monetaria anunciada el 21 de abril de 2020.
En este contexto, el Consejo de Salubridad General de la Secretaría de Salud designó al sector de la refrigeración, particularmente la cadena de frío, como una industria esencial para el buen funcionamiento de la sociedad. Pero ¿qué implicaciones tiene esta asignación y cómo se debería trabajar desde el punto de vista de los fabricantes?
En busca del camino
En entrevista exclusiva con Mundo HVAC&R, Andrés Cruz, presidente de la Asociación Nacional de Fabricantes de la Industria de la Refrigeración (ANFIR), comentó sobre esta designación: “Nosotros como fabricantes, tenemos la responsabilidad de continuar manufacturando los diferentes productos para tenerlos en tiempo y forma para que la cadena de frío no tenga contratiempos. La ANFIR, como uno de los organismos que dictan el rumbo de la industria, asistirá para lograr el objetivo.”
Así, los fabricantes del sector del frío deberán definir un plan de trabajo para hacer frente a la crisis sanitaria y al impacto que dejará en los diferentes segmentos del mercado. Andrés Cruz considera que cuando se supere la emergencia y se reactive el comercio, se deberán analizar las acciones. En este punto habrá que “ver en dónde entra la ANFIR para trabajar en conjunto con los socios”, pues es un hecho que el mercado ha cambiado y seguirá transformándose después de la pandemia, por lo que la comunidad de empresas deberá adecuarse a la nueva situación y su manera de concebir y actuar en el negocio.
El presidente de la organización explica así los objetivos de la ANFIR: “la unión de esfuerzos con todos los asociados para tener una industria más competitiva, potencializar las mejoras y que éstas lleguen en beneficio del usuario final. Realizamos juntas con los socios que manejamos por comités. A través de estas dinámicas vamos viendo cuáles pueden ser las mejoras, tanto de ahorro energético como beneficios tecnológicos. Cuando se trata de los primeros, de ser necesario, contribuimos en la elaboración de Normas Oficiales Mexicanas (NOM) en conjunto con la Conuee y otros organismos. El asunto es estar viendo cómo mejoramos día a día en pro del usuario y del país.”
En este escenario de incertidumbre, el cumplimiento de la Enmienda de Kigali y la cada vez más creciente concientización del valor de la industria de la refrigeración para la vida cotidiana: ¿Qué papel desempeña la capacitación y cuál es el futuro que le espera a esta industria? Andrés Cruz opina que la capacitación tiene un rol “muy relevante, ya que en la medida en que nosotros podamos retroalimentar y compartir a nuestros usuarios y clientes cuáles son los cambios y las ventajas tecnológicas de los nuevos equipos, veremos cómo ellos pueden utilizarlos de mejor manera”. La asociación también trabaja con el Instituto Politécnico Nacional (IPN) para dar a conocer las tendencias en refrigeración mediante conferencias técnicas que preparen a los futuros ingenieros del país. Asimismo, Cruz destaca que la ANFIR colabora con el Consejo en Excelencia Técnica (CET) “para efecto de que podamos tener prestadores de servicios calificados y certificados en las buenas prácticas para una instalación. Aunado a esto, todos los asociados tienen sus propios programas de capacitación, para mantener actualizados a los clientes.”
De momento, concluye el presidente de la ANFIR, el camino que se debería tomar es un rediseño del mercado y las estrategias para abordarlo. Y aunque la pandemia de la covid-19 ha tomado por sorpresa al mundo entero, los compromisos de la industria con la sociedad y el entorno deben continuar. Andrés Cruz hace hincapié en la importancia de la refrigeración para la salud y un sinfín de actividades que dan soporte a la vida cotidiana, por lo que llama a los fabricantes a ser conscientes de su responsabilidad para ofrecer productos confiables, que mejoren la eficiencia energética y cuiden el medioambiente: “La refrigeración tendrá una mayor participación en las industrias que la requieren de manera esencial; en consecuencia, deberemos seguir innovando para cumplir con los requerimientos. Tenemos la tecnología y el conocimiento para realizarlo, por lo que sólo queda actuar”.
Cortesía de Revista Mundo HVAC&R