Emisiones responsables
¿Te has preguntado a qué se debe el cambio climático? La producción industrial ha sido una de las causas, así como los gases refrigerantes. Situación que ha impulsado el desarrollo de gases refrigerantes menos dañinos con el medioambiente
Victoria Zárate
La temperatura atmosférica, que permite la vida en el planeta, está regulada por la presencia de gases naturales de efecto invernadero, como el dióxido de carbono (CO2), el vapor de agua y el ozono (O3). Este efecto ha existido desde que se formó la atmósfera; no obstante, en los últimos años ha aumentado a causa de la actividad humana.
Los gases refrigerantes se clasifican de acuerdo con su potencial de agotamiento de la capa de ozono (PAO) y su potencial de calentamiento global (PCG). Estos niveles indican los refrigerantes más contaminantes. El PAO se refiere a la cantidad de destrucción de ozono causado por una sustancia; el PCG es la medida en la que un gas de efecto invernadero (GEI) contribuye al calentamiento global.
Hoy en día, gran parte de los refrigeradores y congeladores fabricados y comercializados utilizan hidrofluorocarburos (HFC), como el R-134a y el R-410A. Si bien estos gases no dañan la capa de ozono, provocan un alto aumento en la temperatura global del planeta.
El R-134a es un gas refrigerante puro que sustituye al R-12 en instalaciones nuevas. Se utiliza en una gran variedad de aplicaciones y como componente de muchas de las mezclas existentes en el mercado. Permite trabajar a presiones más bajas que el resto de los HFC y es un producto con muy buen desempeño energético cuando se utiliza en temperaturas positivas y medias. Generalmente, se utiliza en aires acondicionados, refrigeradores domésticos, enfriadores de agua centrífugos, bombas de calor, cámaras de conservación, transportes refrigerados y en refrigeración comercial.
Por su parte, el R-410A es una mezcla de dos HFC: 50 por ciento de diclorometano (R-32) y 50 por ciento de pentafluoroetano (R-125). Ésta se utiliza como refrigerante en equipos de aire acondicionado, y a diferencia de los refrigerantes que contienen cloro y bromo, sólo contiene flúor y, aunque no es tan dañino para la capa de ozono, tiene un alto índice de efecto invernadero directo, con 1740, que es similar al del R-22.
Emisiones directas e indirectas
Las emisiones de GEI se clasifican en directas e indirectas. Las primeras son aquellas que resultan del uso de un producto, como los gases refrigerantes, y que no se derivan de otro tipo de actividades. Las segundas son las que se derivan de otra actividad, como la generación de energía por quema de combustible.
El Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible, el World Resources Institute y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales han definido tres alcances con los que es posible evaluar y reportar los GEI que genera una empresa:
Alcance 1. Las emisiones directas ocurren de fuentes que son propiedad de o están controladas por la empresa. Por ejemplo, emisiones provenientes de la combustión en calderas, hornos, vehículos, entre otros.
Asimismo, se trata de emisiones provenientes de la producción química en equipos de procesos propios o controlados
Alcance 2. Incluye las emisiones de la generación de electricidad adquirida y consumida por la empresa.
Electricidad adquirida se define como aquella comprada o traída dentro del límite organizacional de la compañía. Ocurren físicamente en la planta donde se genera la electricidad
Alcance 3. Se trata de una categoría opcional de reporte, la cual permite incluir el resto de las emisiones indirectas. Las emisiones del alcance 3 son consecuencia de las actividades de la empresa, pero ocurren en fuentes que no son propiedad ni están controladas por ella. Algunos ejemplos de actividades del alcance 3 son la extracción y producción de materiales adquiridos; el transporte de combustibles adquiridos, y el uso de productos y servicios vendidos.
Emisiones de la industria
Como se observa en la tabla, el aire acondicionado unitario es el que genera mayores emisiones. En todo el mundo, aporta 1 mil 450 toneladas métricas equivalentes a emisiones de CO2, de las cuales, cada persona emite 201 kilogramos (kg). México, por ejemplo, es un país con un nivel intermedio de emisiones, ya que aporta 20 toneladas anuales, lo que equivale a 162 kg por persona.
Sumando todos los sectores que generan GEI, refrigeración doméstica, aire acondicionado automotriz y aire acondicionado unitario, la Green Cooling Initiative reporta que, a nivel mundial, en 2014 hubo un total de emisiones equivalente a 3 mil 740 toneladas métricas (Mt); mientras que para el término de 2015 se estima un total de 3 mil 880 Mt, para el 2020 cerca de 4 mil 720 Mt y para 2030 un total de 8 mil 10 Mt.
Implicaciones de las emisiones de GEI
- El aumento de las emisiones de GEI a la atmósfera altera la biósfera
- La salud humana se ve afectada
- Hace que la temperatura de la Tierra aumente
- Algunas especies de flora y fauna corren el riesgo de desaparecer totalmente, creando un serio desequilibrio medioambiental
- Afecta a las diferentes regiones del mundo de diferentes maneras, atacando primero a los ecosistemas y a la cubierta forestal
- Los glaciares de los polos de la Tierra se están derritiendo (particularmente el Polo Norte), provocando que aumente el nivel de los océanos
- Puede haber un aumento de la salinización de las aguas del subsuelo, ocasionando inundaciones en algunos lugares
- En Estados Unidos, en China y en otros países de Asia, y en África, se podrían enfrentar a una considerable escasez de agua
- Se pueden dar fenómenos de tiempo extremo, destruyendo viviendas humanas